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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Más allá de la gente, más allá de el ruido.


Tan sólo quiero darme cuenta de una vez. Si es lo correcto dejarse llevar por el momento, que la música tapone tus oídos y el simple hecho de estar en cualquier lugar que no sea tu cama con un libro en la mano es "vivir". Que todo parece o ya, simplemente, gira a tu alrededor. Que cualquiera que se te acerca y baila contigo durante ¿cuánto? ¿Veinte, treinta segundos? Te llama guapa, te aparta un mechón de pelo y finalmente descubres que lo único que quiere es pasar un buen rato contigo. Sin embargo, tú lo tratas igual; te rebajas a su nivel o le das permiso para jugar con tus labios. Que todo se queda ahí, en un simple beso olvidado en una discoteca, como otros mil. Porque un beso solamente tiene la importancia que tú quieras darle. Al contrario, es difícil saber si realmente las cosas te importan. Si esa noche loca quedará grabada en tu memoria o será otra más, en la que simplemente vas con tus amigos y pasas un buen rato, y la única diferencia es que vuelves a casa más tarde y que te quedas hasta aún más tarde despierto.
Quiero darme cuenta de si hacer lo correcto es el camino para ser feliz.

martes, 1 de noviembre de 2011

Mil maneras de decirlo, sólo una de sentirlo.

Perdámonos en un mundo en el que podamos perdernos. En el que encontrarnos resulte imposible para quien no ve más allá. Vayámonos a Narnia, a Idhún, a la Tierra Media, ¿Qué más da dónde? A Terabithia.
Construyamos un puente.
O inventemos otro mundo. Pero vayámonos de aquí. Al menos durante cinco minutos. O una noche entera, mediante un sueño. Soñemos que nos vamos. Tengo cosas que contarte, y aquí hay demasiada gente a quien les interesan esos secretos que solamente revelaremos a quienes realmente nos importan.